lunes, 30 de marzo de 2009

Héctor Aravena, sobre Lencería Fina. Rockaxis 2006


Cuchufleta Punk
[Lencería Fina]
Cuchufleta Punk

2005. Garrapata Discos

“¿A quién cantas si no traes ritmos en el corazón?/ Yo no canto con la pobre excusa de hacer rock n’ roll/ Este canto brota de mi cuerpo no lo fuerzo yo/ Canto y vida sólo uno son”. Con este fragmento de la letra de “Melodías Para Consumir”, Cuchufleta Punk parece hacer una declaración de principios de lo que es el arte para ellos: Una aventura para encontrar nuevas rutas musicales y creativas, sin el prejuicio de un estilo predefinido, sino que al contrario, absolutamente abierto a nuevas sonoridades y experiencias. Es que la inclasificable propuesta de esta banda emergente sorprende de sobre manera, primero, por su muy cruda “timbrística” creada con piano, batería, trompeta y violín, pero también, por la más que interesante fusión, que recoge de manera muy poco ortodoxa, los más diversos elementos de la música nacional y extranjera.

Conformado por Amparo en el violín, Hernán en la trompeta y la guitarra, Joaquín en la batería y Grr en el teclado y la voz, Cuchufleta Punk, nos entrega un disco con canciones de un formato más o menos tradicional, donde las melodías lúdicas y originales, los sonidos desnudos y penetrantes y la mezcla de las formas musicales de raíz folklórica, se fusionan con el pop y la experimentación, en una experiencia musical muy difícil de definir. Esto se puede explicar entendiendo que ellos no son cultores o técnicos de un estilo como gran parte de las bandas, sino que creadores musicales, no sólo por el hecho de componer canciones originales, sino que por inventar inéditas maneras de enfrentar la música.

“Lencería Fina”, el tercer álbum editado por el interesante sello, Garrapata Discos, suena como en vivo, sin sobre producción ni elementos de estudio. De algún modo, da la impresión que estuviéramos escuchando la música directamente, como en un ensayo. Por otra parte, las melodías vocales son siempre ingeniosas, a veces desgarbadas y otras de gran emotividad. Ese es el caso de “Nada de Nada”, tema que abre el disco con Grr cantando la introducción lleno de alma: “Poder decir a tu oído lo que sentí cuando supe que en ti me encontré a mi”. Luego de esta intro, el sonido acústico se define de inmediato por el piano, que en todo el disco lleva la base, pero que se enriquece por los sonidos de la trompeta tipo mariachi y el violín, que pareciese sacado de una banda del sur de Estados Unidos. Las melodías de la voz son muy entretenidas y logran entusiasmar, e incluso, hacer bailar. Sin embargo, las partes instrumentales son muy ricas e innovadoras, haciendo un cruce intenso entre violín y trompeta, dos instrumentos que encuentran su ligazón perfecta en el concepto de la Cuchufleta. Por su parte, la batería halla en los ritmos heredados de Los Jaivas un punto de partida, que se desarrolla en su propio estilo en varias canciones como “No Te Vayas Corazón” y “Voz Andina”. Pasa algo extraño con la música de esta banda, ya que es al mismo tiempo, casi divertida, pero a la vez, de gran nostalgia y seriedad. Los dos elementos se dan al mismo tiempo, lo que claro, en un principio descoloca. Esto se hace patente, por ejemplo, en “Pobre Marta”, tema como “campesino” en su sonido, pero de gran nostalgia melódica, donde además, se conjuga una línea de piano como del charleston de los años 20, con los ritmos de la cueca y la trompeta con resonancia de sonora. Algo parecido pasa en “Cha cha chá”, esta vez, dando la sensación de un grupo punk aterrizado en una discoteque cubana, donde todos bailan al son de las melodías. En los temas siguientes como “Merengue” y “El Hacer”, la agrupación confirma su sonido tan particular y en la canción que cierra el disco, llamada “En Mi Corazón”, se retoma el aire más nostálgico y emotivo dado por el sonido del piano, la letra y la melodía de la voz, para cerrar con un majestuoso final. En general, el cuarteto escapa de lo intelectual y se abre al mundo sin prejuicios ni fronteras creativas, para fundar una extraña música de vanguardia con sonido de quinta de recreo. Simplemente, una de las bandas más interesantes e inclasificables que haya escuchado en el contexto de nuestra música y donde estas palabras, que poco explican en este caso, sólo pueden tomar su sentido pleno, al escuchar a la Cuchufleta Punk directamente de la fuente.

Héctor Aravena A.-

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