lunes, 30 de marzo de 2009

Entrevista a Gregorio en La Nación


Viernes 26 de septiembre de 2008
Por Gabriela García / La Nación

Gregorio Fontaine, líder de la banda Cuchufleta

Latitud Sur

Apadrinados por Eduardo Parra de Los Jaivas, el grupo chileno mete en la licuadora el rock, la sicodelia, la improvisación y el sentir nacional. Hoy presentan en vivo su tercer disco homónimo. Una selección de temas que habla de esmog, aeropuertos y amor urbano. Los acompañará Elso Tumbay.


-Cuchufleta es una palabra en desuso que en Chile se asocia a broma, truco o chanchullo. ¿Por qué decidieron llamarse así?

-Hemos escuchado muchos significados para cuchufleta: trampa, broma, tontera, vulgaridad y hasta vagina. También sabemos que proviene de la misma raíz que chiflar. Un acto sonoro que podría identificarnos.

-Has dicho que haces música para hacerte cargo, para denunciar lo que ves. ¿Cuáles son los temas que le preocupan a Cuchufleta?
-Puede ser denuncia como también reflexión. No se trata de lanzar dardos o estar en contra como pie forzado. En nuestra música nos expresamos tal como somos, sin falsas pretensiones y aceptando nuestra cultura. Las letras hablan de vivir inmersos en el ruido y en el esmog, de no tener nada que decir (y decirlo), del amor y de ser un cuerpo, un ser del sur del mundo.

-Están trabajando con la colaboración de Eduardo Parra. ¿Se sienten ahijados de Los Jaivas? Mal que mal ambos hacen rock andino
-Estamos preparando un cuarto disco con Eduardo Parra, quien está a cargo de la producción musical. Ha sido un trabajo muy enriquecedor, ya que nos ha mostrado otra forma de encarar la grabación de un disco. Los Jaivas son para nosotros un referente primordial ya que lograron hacer lo imposible: darnos la ilusión de una identidad nacional. Ayer Eduardo me decía que la identidad nacional no existe, lo que existe es el sentimiento de ella. El rock andino de Los Jaivas expresa eso y en la Cuchufleta trabajamos con ese mismo impulso.

-Los conocíamos como la Cuchufleta Punk, pero se rebautizaron. ¿Qué los llevó a cortarse el mohicano?
-La historia de la banda ha mutado desde un trío de música experimental a un quinteto que trabaja con canciones más definidas. El apellido punk es una metáfora de nuestra actitud frente a la música y a la energía con que tocamos los instrumentos. Pero como no representa para nada nuestro estilo, decidimos sacarlo. No nos encasillamos con ninguno. En ese sentido, se podría decir que somos anárquicos.

-Hablemos del disco que presentarán hoy. ¿Cómo lo defines?
-Es el tercero de nuestra carrera y fue producido por Eduardo Lira de Elso Tumbay. Para nosotros significó abrir un nuevo capítulo, ya que por primera vez en Cuchufleta aparecieron productores e ingenieros de sonido. El disco se llama "Cuchufleta" y es algo así como una selección, en la cual hay canciones compuestas desde el 2001 hasta el 2007. El álbum le habla a quien quiera escucharlo, pero primordialmente a la gente que comparte una situación cultural y geográfica similar a la nuestra.

-A modo de receta, ¿cómo cocinan el rock andino?
-La receta de la Cuchufleta podría ser la siguiente: tome los ingredientes que tenga a mano y úselos a su gusto. Sentimos que independientemente de qué material musical estemos explorando en un momento particular, siempre la búsqueda va subterráneamente acompañada del sentimiento de identidad y amor regional. Hemos denominado nuestra propuesta como rock’n’dino por darle un nombre unificador. Aunque no necesariamente vayamos a buscar melodías al norte, tomamos de él su horizonte y honestidad.

-Están en plena promoción de su nuevo trabajo. ¿Qué se viene ahora?
-Los proyectos actuales de la banda son promocionar este disco en Santiago y afuera, estamos armando giras y el 2009 queremos lanzar el disco que estamos trabajando con Eduardo Parra.


COORDENADAS

Escucha a Cuchufleta hoy a las 23 horas en el Bar Onaciú (Loreto 460, Bellavista). Entrada general $2.000. En la foto, Gregorio Fontaine es el barbón de la fila.

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